sábado, 13 de junio de 2009

Tradición egipcia

Textos procedentes de Heliópolis, cuentan la leyenda del génesis, presentan el nacimiento del mundo a partir de un hecho singular. Explican como el sol apareció por primera vez con forma de ave sagrada la cual se posó sobre una piedra y puso el huevo primordial. A esta ave se le llamaba Benu. En ocasiones se le consideraba la manifestación de Atum, (el que existe por si mismo) y se le asociaba al "Benben", piedra cónica que representa el montículo primigenio. A Benu se le asociaba también con el "ished", un árbol solar sagrado que el Gran Gato de Heliópolis, consagrado a Ra, protegía de la serpiente Apofis. Este mito recuerda el árbol del paraíso de la tradición hebrea. Ra era un dios que encarnaba el sol, “el que ofrece la vida”.
En los textos encontrados en las Pirámides, el Benu se representa con la forma de lavandera amarilla y parece ser que encarna la figura de Atum, el dios Sol de Heliópolis. Su nombre significa "la que emerge del resplandor", En la línea 600, “Textos de las Pirámides” habla de Atum:
<<... tu que surges, como el Benben, en la morada de Benu en Heliópolis ... –Hart, p. 16 >>

La lavandera como todas las aves se despiertan cantando y empiezan el vuelo al animarse el alba. Fue el canto de Benu el que ordenó el principio de la creación.
En el "Libro de los Muertos" a Benu se la representa como a una garza con dos mechones en la cabeza. Bajo cualquiera de sus rostros, Benu, simbolizaba el renacimiento y advenimiento de la nueva vida, y se le consideraba portadora de buena suerte.
Con la figura de garza sobrevolaba las aguas del Caos, rompía el silencio con un graznido esporádico, una resonancia misteriosa con la cual iniciaba la creación y el orden en las cosas vivas e inertes. Con su canto, con la vibración de su garganta, "su palabra sagrada", determinaba qué ha de ser y qué no ha de ser. Cuando la garza, sobrevolando el caos, se posó en el montículo primigenio, el "Benben", depositó allí un huevo del cual nació el Sol; unas veces en forma de halcón, (Orus) otras en forma de disco solar.

Este mito retoma otro de carácter similar en el que Amón (más tarde Amon-Ra, también coronado con dos plumas y el disco solar en la cabeza), sobrevuela las aguas de Nun (dios de las aguas primordiales), bajo la forma de un ganso, es así que inicia la creación del mundo.

Personalmente puedo comprobar cada día como el huevo de la creación, el dador de vida nace de la piedra que perfila el horizonte, yo me subo a otra mucho más pequeña, "un residuo frío del origen del mundo moderno, el big bang", para poder verlo y llenarme los ojos con la luz del asombro… la luz de todos los tiempos.

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